El otro día tuve la ocasión de descubrir el decálogo que realizo el filántropo español Diego Hidalgo.
Aunque su propósito es el dirigirse a los empresarios sociales, creo que encaja a la perfección también para nuestra profesión.
- Fórmate, edúcate.
- Identifica tu problema muy concretamente.
- Piensa en grande.
- Usa una metodología probada.
- Busca tu pasión y haz de ella tu ventaja comparativa.
- Sométete a un test de realidad. Aunque estés apasionado por un proyecto, si no has logrado que nadie más te siga, puede que tu iniciativa no sea tan buena como piensas.
- No busques espacio en la foto ni notoriedad, porque al salir tú estás restando espacio para que aparezcan otros, que podrían estar dispuestos a colaborar contigo si salieran en la foto.
- Evalúa el impacto de lo que haces, pero procura que sea mediante evaluadores independientes que no teman que los resultados no te favorezcan, si esa es la realidad.
- El destino está en nuestras manos y no podemos esperara a que otros resuelvan nuestros problemas.
- Sé realista y no confundas los sueños y con la realidad.
Prometo tenerlo muy presente para mis próximos proyectos, ¿y vosotros?